EN EL CORAZÓN DE LA CIUDAD
Canto: De noche iremos
de noche que para encontrar la fuente sólo la sed nos alumbra, sólo la sed nos
alumbra.
Meditación:
En el corazón de las
ciudades es posible vivir la experiencia religiosa de morar en el corazón de
Dios. Ciertamente podemos encontrar muchas tentaciones que nos pueden alejar de
la búsqueda del Señor. Pero en el
desierto, también podemos ser tentados. Viviendo en la ciudad, es preciso
buscar a Dios aquí. A quien llama se le abrirá. A quien pide se le dará. Y
quien le busca, le encontrará. Sostenida por la oración comunitaria y los
retiros, estamos llamados a la oración en medio de la ciudad también. Todo
puede ser ocasión de volvernos hacia Él: un cruce de miradas puras, un gesto de
caridad percibido a medias, por la belleza contemplada de la arquitectura...Más
allá una súplica por ese rostro extenuado, ese cartel insultante, esa miseria
que nos interroga. Necesitamos aprender a orar en la ciudad. Prolongar los
murmullos y elevar los suspiros y los gritos hacia el cielo. Carlos Carreto,
dirigiéndose a aquellos que habían elegido el desierto en la ciudad, escribió:
“ Queridos compañeros en la fe, sois testigos de lo Invisible, los creyentes en
el Dios único, los adoradores del Espíritu, los partidarios del Reino de los
Cielos. Sois los que esperan en el desierto de la ciudad el regreso de Cristo,
diciendo como los primeros cristianos: ¡Maranathá!¡Ven, Señor Jesús! Estos
cristianos velan orando y su casa es un monasterio. Pidamos al Señor juntos,
que ilumine nuestra mente y nuestro corazón para que no desfallezcamos en este
camino al que- de un modo u otro – Él nos
llama a cada uno de nosotros. ( Pierre_Marie Delfieux,
Fraternidades monásticas de Jerusalén )
Canto: Spiritus Jesu Christi spiritus caritatis confirmet cor tuum, confirmet cor tuum ( El Espíritu de Cristo, Espíritu de caridad, confirme tu corazón)
Alleluia Bendito sea el Señor que ha escuchado la voz de mi plegaria.
El señor es mi fuerza y mi escudo en él confía mi corazón
Su ayuda me llena de alegría y le doy gracias con mi canto.
El Señor es nuestra fuerza. Dios nuestro,
salva y bendice a tu pueblo
Lectura bíblica:
Jesús resucitado dice a sus discípulos: “Mirad, yo voy a enviar sobre vosotros la Promesa de mi Padre. Vosotros permaneced en la ciudad hasta que seáis revestidos de poder desde lo alto”. Los sacó hasta cerca de Betania, y alzando sus manos les bendijo. Y, mientras les bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo. Ellos, después de postrarse ante Él, se volvieron a Jerusalén con gran gozo. Y allí en la ciudad estaban siempre en el Templo bendiciendo a Dios. Lc 24, 49
Canto: Wait for the Lord whose day is near wait for the Lord; keep watch take care
( Espera en el Señor, su día está cerca; espera en el Señor, velad, sed valientes )
Silencio. Kyrie eleison. Padre Nuestro.
Oración final:
“Nada
puede separarme de mi Dios. Ni las ocupaciones, ni los hombres.
Ni
siquiera la muerte. Y si lo amo, hallaré el modo de elevarle mi oración.
Porque
la oración es amor que trasciende los espacios y se la puede vivir dondequiera
Consigue el amor y rezarás todo el día, aun perdido entre la muchedumbre. ¿Por
ventura el enamorado olvida a su amada por causa de sus ocupaciones?”
Carlo Carretto
Canto:
L’ajuda em vindrà del Senyor, del Senyor el nostre Déu,
que ha fet el cel i
la
terra, el cel i la terra.
Magnificat magnificat magnificat anima mea Dominum ( bis )
( Glorifica alma mía
al Señor )
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