Oración del 6 de enero de 2012

ADORACIÓN DE LOS REYES MAGOS ( Icono bizantino )

La fe es la luz por la que reconocemos a Dios. Es una estrella que, como a los Magos, nos lleva a Cristo. Es un don de  Dios. No es una luz cualquiera . Dios es el que la revela; él es el que "ilumina nuestros corazones. Pero esta luz no es visión completa. Ella nos sitúa en nuestra ruta, nos muestra el camino que tenemos que recorrer.

                En ocasiones podemos llegar a perder nuestra dirección. Tal vez palidezca o llegue a desaparecer la estrella que se nos apareció con tanta brillantez un día. Pero esto no quiere decir que estemos perdidos. Esa oscuridad es temporal y sirve de prueba de nuestra fe. Tenemos que aprender de los Magos. No se pusieron a desandar el camino cuando perdieron la estrella. Al contrario, buscaron consejo acudiendo a hombres versados en las Escrituras, hombres capaces de decirles dónde nacería Cristo. También nosotros necesitamos el consejo de hombres y mujeres que conocen la Palabra de Dios. Y añadir nuestra oración y paciencia. Entonces, reaparecerá la estrella.
                La luz de la fe es algo que  puede y debe ser compartido. Necesitamos el testimonio de nuestros hermanos  y somos impulsados de dar testimonio a de la Luz. El testimonio de una fe viva es mucho más eficaz que las palabras. Las velas encendidas en la oración son ese símbolo. Tal vez podamos encender una vela en nuestras casas Contemplémosla  mientras recordamos las palabras del apóstol Pedro: “

NUESTRA FE LUCE EN LUGAR TENEBROSO HASTA QUE ALBOREE EL DÍA Y EL LUCERO DE LA MAÑANA DESPUNTE EN VUESTROS CORAZONES”   2 PE 1, 19