martes, 19 de julio de 2011

Oración del 15 de julio de 2011

ORACIÓN VIERNES 15 DE JULIO DE 2011

CANTO: Ad te Jesu Christe levavi anima meam,  Salvator mundi in te speravi. (Hacia tí Jesucristo levanto mi alma. Salvador del mundo, en ti he puesto mi esperanza).


MEDITACIÓN

Hay muchas situaciones en las que el curso de la vida nos hace tomar conciencia de la fragilidad de nuestra condición humana: cuando perdemos a una persona querida, cuando asistimos impotentes al sufrimiento de otro o a separaciones dolorosas. Cuando somos nosotros los afectados por un fracaso que nos hace cuestionarnos, por circunstancias aparentemente insuperables, por una enfermedad que merma nuestras posibilidades de vivir, por la ruptura de una relación que nos revela nuestras limitaciones, por una tristeza que se lleva nuestra alegría de vivir… podemos sentirnos, a veces comprensiblemente,  desbordados; podemos tener la impresión de que hemos caído en una fosa, en la que la vida ya no tiene ningún sentido. Podemos tener la sensación de que Dios parece ausente,  incluso “esconde su rostro”. Pero Dios no puede estar en contra nuestra, como el sufrimiento podría hacernos creer. Al contrario, Dios no quiere la aflicción humana. No utiliza el sufrimiento para ganar a su pueblo, sino que quiere abrirle un camino de vida dándole un porvenir. Para que este mensaje se enraíce en nuestras vidas es preciso «hablar al corazón». Es el corazón del hombre el que se encuentra afectado por las heridas de la vida. Las heridas conducen fácilmente al hombre a encerrarse en sí mismo. Pero en las heridas Dios puede hacer surgir algo inesperado, con la condición de que mantengamos nuestro corazón abierto para acoger una palabra que proceda de él: «La palabra de Dios subsistirá siempre» La palabra de Dios viene a transformar nuestra vida. Ella nos da la fuerza interior para retomar aliento. «Preparad en el desierto el camino del Señor» Como el pueblo  que tuvo que dejarse conducir por Dios a través del desierto para entrar en la Tierra prometida, nosotros tenemos que volver a emprender constantemente el camino que va del desánimo a la esperanza. Este camino es posible porque sabemos que el Señor camina delante de nosotros.


CANTO: Confitemini Domino (Dad gracias al Señor porque es bueno)



Alleluia
Te ensalzaré, Señor, porque has tirado de mí,
no has dado la victoria a mis enemigos.
Señor Dios mío, te pedí auxilio y me sanaste.
Señor, alzaste mi vida del Abismo,
me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa.
Tañed para el Señor, sus fieles, dad gracias a su Nombre santo.
Así te canta mi alma sin callar, Señor Dios mío, te daré gracias siempre.

CANTO: Dona la Pace a chi confida in te. (Señor, da la paz a quien confía en Ti)

LECTURA:
Bendito el hombre que confía en Dios, y cuya confianza es Dios.
Porque será como árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor,
sino que su hoja estará verde;y en el año de sequía no se fatigará,
ni dejará de dar fruto.

CANTO: Bonum est confidere in Domino, Bonum sperare in Domino (Es bueno esperar y confiar  en el Señor)

SILENCIO

KYRIE ELEISON (Oración de la Iglesia)

PADRENUESTRO

ORACIÓN FINAL:
Jesús, nuestra confianza, tu vienes para encender en nosotros una luz. Aunque sea muy débil ésta puede sostener en nosotros el deseo de Dios

CANTO: Fiez vous en Lui
CANTO: In te Confido
CANTO: Let all who are thirsty come
CANTO: Oh Christe Domine Jesu



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